La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la vulnerabilidad sanitaria de Martinica. Muchas personas mayores aisladas se encontraban solas y sin asistencia médica y sanitaria. La necesidad de aumentar el alojamiento de las personas mayores, así como la mejora de las condiciones higiénicas de los lugares existentes, tienen el impacto del proyecto de humanizar el alojamiento de las personas mayores en el Centro Emma VENTURA. Se trata de llevar a cabo una verdadera transformación física de la CEV que también exige que se tengan en cuenta las recomendaciones descritas en la Ley de 11 de febrero de 2005. Este programa de optimización es el apoyo de una reconstrucción de espacios: espacios habitables para el usuario, espacios de trabajo para el personal, espacios de reunión para los actores de la institución. Se trata de conciliar la necesidad de mantener la libertad de las personas mayores y, al mismo tiempo, facilitar su supervisión, preservar su autonomía y garantizar su seguridad, organizar espacios concentrados para limitar el movimiento de los profesionales y, al mismo tiempo, buscar espacios para caminar y caminar para los pacientes de Alzheimer. En este contexto, la creación de una Unidad de Alojamiento Reforzado (UFR) de 14 camas en el Centro Emma Entura, prevista para la segunda fase del proyecto, mejorará en última instancia la calidad de la atención a las personas con trastornos del comportamiento graves relacionados con la enfermedad de Alzheimer o demencias relacionadas.