Los sectores de la energía, la silvicultura, la agricultura y la minería representan grandes retos para el territorio, tanto económicos como sociales y medioambientales, y se basan en diferentes sectores de actividad entre los que son posibles las interacciones. Hoy se plantea la cuestión de la ordenación del territorio para permitir el desarrollo futuro de cada uno de estos sectores. En particular, el uso de zonas artificiales, como las antiguas tierras agrícolas abandonadas o los yacimientos mineros posteriores a la explotación, podría ser una de las soluciones al problema de la disponibilidad de tierras, limitando al mismo tiempo la tenencia creciente de tierras en el bosque natural. Así, esta área, que hoy no se explota, podría mejorarse gracias a la plantación de energía de biomasa y madera que satisfaría las necesidades de los sectores de energía renovable y silvicultura o la instalación de sistemas agroforestales para las necesidades del sector agrícola. Sin embargo, se plantea la cuestión de la capacidad de producción de estas tierras, que han sufrido una alteración en su valor agronómico debido a su explotación intensiva. Por lo tanto, el proyecto tiene como objetivo estudiar la viabilidad técnica y económica de las plantaciones energéticas, forestales y agrícolas en estas áreas antropizadas.