La pandemia mundial de COVID-19 ha tenido un impacto importante en nuestro sistema sanitario y en la actividad económica. El reto principal es comprender mejor la patología para diagnosticarla, tratarla y prevenirla mejor. Cualquier progreso significativo en estos diferentes ámbitos de la COVID-19 tendrá un impacto económico directo a corto plazo (mantenimiento de la actividad y creación de empleo y empresas) y a largo plazo garantizando el retorno al empleo de los pacientes. La infección por SARS-CoV2 responsable de COVID-19 se caracteriza inicialmente por una importante fase de replicación viral y luego por una fase inflamatoria caracterizada por alteraciones importantes del sistema inmunitario innato y adaptativo que pueden ir acompañadas de una tormenta citoquina participando en insuficiencia respiratoria y visceral. Por lo tanto, la COVID-19 es el paradigma de la enfermedad infecciosa responsable de una reacción inmunoinflamatoria inadecuada y perjudicial que es responsable de la mayoría de las muertes en esta patología. Por lo tanto, su gestión se basa en estrategias antivirales, pero también en tratamientos inmunomoduladores y prevención a través de una estrategia de vacunación. Para describir y comprender estas alteraciones inmunoinflamatorias, su relación con la gravedad de la enfermedad, particularmente la enfermedad pulmonar, y analizar los mecanismos de esta gravedad, así como la respuesta inmunológica, son fundamentales para el tratamiento a corto plazo y la estrategia de vacunación. Estos son los objetivos del proyecto COVID-2