Es parte integrante de la operación Bosque Metropolitano, basada en la idea de que el crecimiento de la ciudad no debe hacer retroceder la naturaleza y se concibe como “una infraestructura verde, un área de calidad natural”. Se trata de una red estratégicamente planificada de zonas y elementos naturales y seminaturales, de alta calidad, diseñada y gestionada para proporcionar un amplio abanico de servicios ecosistémicos y proteger la biodiversidad.