Desarrollar y fortalecer la capacidad administrativa de la institución mediante la racionalización de las actividades de prevención y lucha contra la corrupción en la administración pública local, la promoción de la ética y la integridad con el fin de mejorar el desempeño de la actividad, el aumento de la transparencia en el proceso de toma de decisiones, así como la mejora de los conocimientos y habilidades del personal local y los representantes electos.