El reto común abordado por el proyecto CLEAN es la mejor manera de cumplir los objetivos de eficiencia energética de la UE para los edificios en las regiones europeas. Los edificios son responsables del 40 % del consumo de energía en la UE y los más antiguos consumen entre 8 y 12 veces más combustible para calefacción que los nuevos. Nueve regiones se han unido para hacer frente a este desafío. Las regiones están repartidas de manera uniforme por toda Europa y contienen una combinación de diferentes climas, zonas urbanas/ciudades y niveles de desarrollo: menos, transitorios y más desarrollados. Las regiones están representadas por una combinación de socios regionales, incluidas las autoridades de gestión, las autoridades regionales/ciudades y los centros energéticos de: Región de Creta (GR), Región de Savinjska (SI), Región de Karelia del Norte (FI), Ciudad de Iasi (RO), Ciudad de Nápoles (IT), Ciudad de San Sebastián (ES), Región Basse-Normandie (FR), Condado de Donegal (IE), Condado de Vasternorrland (SE). El presupuesto del proyecto es de 1,6 millones de euros. El objetivo es que las regiones trabajen juntas entre 2017-2022 para mejorar la capacidad de sus instrumentos políticos para aumentar la eficiencia energética en la vivienda y las infraestructuras públicas en un 4 %. Los cambios previstos serán mejores resultados en 9 medidas de política de inversión en crecimiento y empleo que aborden la eficiencia energética. Esto se traducirá en un mayor énfasis en los instrumentos políticos para estimular un compromiso efectivo entre las autoridades públicas y los ciudadanos propietarios de propiedades, y los centros de investigación y las empresas que pueden introducir nuevas soluciones innovadoras de eficiencia energética. Los principales resultados serán los planes de acción, las disposiciones de gobernanza revisadas para los instrumentos políticos, los nuevos tipos de proyectos apoyados como resultado del aprendizaje interregional y la transferencia de políticas y soluciones innovadoras. Esto beneficiará a todas las partes interesadas en el entorno energético de cada región, es decir, a los consumidores de servicios energéticos, a los proveedores de productos y servicios energéticos, a los centros de conocimientos especializados en energía (incluida la innovación) y a las autoridades públicas (promotores de la eficiencia energética).
