Las regiones y ciudades del Danubio se enfrentan a importantes transiciones sociales con respecto al cambio demográfico. El éxodo rural es causado por mejores oportunidades de empleo para los jóvenes y la perspectiva de una vida mejor en las ciudades. El movimiento del trabajo conduce a áreas despobladas dejando atrás a una población envejecida y cada vez más no calificada. Sin embargo, las regiones pueden hacer un nuevo comienzo significativo. Sin embargo, se necesita un enfoque de gobernanza participativa multinivel y nuevas capacidades institucionales para poner en común las excelentes competencias existentes y los potenciales de desarrollo. La creación conjunta de estrategias futuras para aumentar el atractivo de las zonas rurales es la clave para dar a los jóvenes nuevos incentivos para reactivar las zonas rurales. Circular-Bioeconomía se utiliza como una herramienta, que promete fomentar el desarrollo regional: Es un concepto centrado en la transición de una economía basada en los recursos fósiles hacia una economía que haga uso de la producción sostenible de recursos y procesos biológicos para desarrollar nuevos productos, poniendo así en foco las zonas rurales y su desarrollo. El concepto cataliza la cooperación interdisciplinaria también entre diferentes áreas o niveles políticos para abordar activamente el cambio demográfico, mejorando la creación de valor a través de nuevas colaboraciones, modelos de negocio y cadenas de valor que aumentan el atractivo para quedarse e incluso trasladarse a las zonas rurales. El objetivo a largo plazo del proyecto es mejorar el estado socioeconómico de las regiones, contribuir a la protección del medio ambiente, el clima y los recursos, así como fomentar el desarrollo de las zonas rurales. Se desarrollará un ecosistema para una gobernanza multinivel sistemática con actores del público interesado, el mundo académico, la industria y la toma de decisiones políticas. Ese ecosistema da espacio para la co-creación y nuevas formas de cooperación urbana-rural integrada que conducen a una mayor capacidad institucional para hacer frente al cambio demográfico. Por lo tanto, superar la persistente falta de participación de los actores sociales en el sistema político dándoles la propiedad para abordar el cambio demográfico.