Las enfermedades cardiovasculares son el asesino número uno en la Unión Europea y cuestan a la comunidad europea 196 mil millones de euros al año. 106 000 millones de euros de este presupuesto se destinan a la atención sanitaria, incluido el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes. El rápido envejecimiento de la población en la región fronteriza crea la expectativa de que las enfermedades cardiovasculares tendrán un fuerte impacto negativo en nuestra sociedad. Una gran proporción de personas con enfermedad cardiovascular no muestra síntomas graves durante el desarrollo de la enfermedad y, por lo tanto, no está bajo tratamiento. Una identificación mejor y más temprana de estos individuos con un mayor riesgo para la salud es altamente deseable. Además, un diagnóstico adecuado para pacientes ya identificados es esencial para refinar la terapia y tener menos efectos secundarios o complicaciones. Por lo tanto, «TTD» se centra en el desarrollo de un kit de diagnóstico. Esta forma de atención médica personalizada se ve como el camino hacia una atención de salud cardiovascular más eficiente, versátil y con menos daños y costos adicionales a la salud para el individuo y la sociedad. Estos esfuerzos eventualmente no solo tendrán un efecto positivo en la atención médica, sino que también responderán a las necesidades y demandas de las empresas y los proveedores de atención médica.