La crisis de la corona hizo visible la vulnerabilidad de las cadenas de producción globales, pero al mismo tiempo mostró la importancia de la capacidad de producción local. La transición a una economía biocircular que utilice materias primas locales y sostenibles y cree nuevos empleos locales puede hacer una contribución significativa a esto. El sector de la construcción se beneficia, en particular, de lo siguiente: la construcción ecológica con nuevos materiales (como biocompuestos) por medio de tecnologías de eficiencia energética puede hacer una contribución importante a los objetivos climáticos al tiempo que estimula la economía local. Para apoyar esta transición, existe una gran necesidad de desarrollar competencias más amplias. El proyecto Interreg Borderless Biobased Education (GBO) mostró que el conocimiento relevante de los empleados actuales en esta industria sigue siendo insuficiente para aprovechar plenamente el potencial de crecimiento de la región. Las empresas de la región necesitarán al menos 1.000 personas altamente educadas en los próximos años para realizar la transición. Sin embargo, solo alrededor de 400 provienen de cursos relevantes. Según el análisis, existe una necesidad de personal que esté específicamente capacitado, tanto en el área técnica como en el área de negocio. Las habilidades del siglo XXI como liderazgo, trabajo en equipo y habilidades de comunicación son demandadas por empresas de todos los tamaños. Para desarrollar las competencias antes mencionadas, se requieren cursos de formación específicos que se ofrecen de manera flexible. La combinación de la educación en línea y presencial es esencial para estimular el aprendizaje colaborativo y las habilidades sociales. La Fundación Avans y otras cuatro instituciones educativas probarán componentes interactivos de módulos de enseñanza a nivel de licenciatura de HBO en pilotos, centrándose en la colaboración entre estudiantes universitarios y profesionales activos en el sector de la construcción.