La contaminación del Mar Báltico procedente de las zonas urbanas es un problema común, que no puede ser resuelto por un solo país. El proyecto implementará medidas concretas de reducción de sustancias y hará de la región del Mar Báltico un líder en la gestión de productos químicos a nivel local. A pesar de muchos años de esfuerzos para reducir las emisiones de sustancias peligrosas al Mar Báltico, varios grupos de sustancias peligrosas prioritarias y contaminantes específicos siguen siendo liberados al medio ambiente a través de tres vías principales: aguas residuales industriales, aguas residuales municipales y aguas pluviales. Si bien las fuentes industriales tienen un marco sólido que regula las emisiones de sustancias peligrosas mediante permisos de funcionamiento y tratamiento de sus aguas residuales, la mayoría de los emisores a pequeña escala en las zonas urbanas no pueden regularse eficientemente debido a las bajas cantidades o concentraciones de las sustancias preocupantes y controlarse debido al gran número de emisores. El proyecto quiere demostrar las posibilidades de que los municipios y las EDAR reduzcan las emisiones de sustancias peligrosas prioritarias (SA) y otros contaminantes procedentes de pequeños emisores en zonas urbanas que no pueden alcanzarse mediante técnicas tradicionales de tratamiento y aplicación del agua. Las sustancias preocupantes serán identificadas y priorizadas, las fuentes rastrearán y clasificarán mapas de fuentes de sustancias peligrosas y planes de acción sobre sustancias químicas elaborados por cada municipio asociado. Los municipios ejercerán sus propias medidas de reducción de sustancias en sus instalaciones. Las pequeñas empresas privadas realizarán acciones piloto de sustitución y mejorarán su surtido químico. A los habitantes se les mostrará su cuota de emisiones de sustancias peligrosas y probarán el uso de productos químicos menos peligrosos en la gestión cotidiana del hogar para ayudar a proteger el medio ambiente del Mar Báltico, pero también su propia salud. El proyecto actúa en 10 municipios (Estocolmo, Västerås, Turku, Pärnu, Riga, distrito de Kaunas, Silale, Gdansk, Lübeck, Hamburgo) en la región del Mar Báltico. Cada uno de ellos participará en el proyecto y llevará a cabo una cartografía de sustancias peligrosas basada en datos existentes o recién generados. La mayoría de los socios planean desarrollar un «Plan de Acción sobre Productos Químicos»; el proyecto pondrá a prueba diferentes medidas de reducción en los diferentes municipios. Se traducirá en una reducción de las emisiones de las acciones piloto (acciones de bajo coste/bajo esfuerzo) que pueden extrapolarse fácilmente a una mayor escala y replicarse por muchas partes interesadas, otras ciudades de la RB y más allá, formulará propuestas de acciones que requieran inversiones para casos específicos de sustitución y calculará su relación coste-eficacia y, por último, habrá motivado a los habitantes de las ciudades asociadas a ver su contribución a la reducción de las emisiones del uso diario de productos químicos y cosméticos domésticos.