Los centros de las ciudades más pequeñas ofrecen entornos que atraen a las personas a trabajar, visitar y vivir. La gente pasa su tiempo libre allí y construye conexiones emocionales con este lugar. En épocas anteriores, la población de captación de agua dependía de los centros de la ciudad en términos de actividades laborales, sociales, culturales y comerciales. Hoy en día, con una mayor conectividad y movilidad de la población, los centros de las ciudades se enfrentan a varios desafíos clave para sobrevivir y prosperar. Estas tendencias se acentúan en las ciudades más pequeñas cuyos centros se han deteriorado significativamente en la última década. En particular, las ciudades más pequeñas situadas a poca distancia de las principales ciudades o de los países más desarrollados se enfrentan a desafíos específicos. Los municipios están en primera línea para desempeñar un papel más importante en el apoyo a la recuperación de sus ciudades. El reto consiste en reexaminar los espacios disponibles en los centros urbanos para nuevas formas de comercio minorista (por ejemplo, compras multicanal), trabajo (por ejemplo, empresas emergentes, innovación abierta) y culturas (por ejemplo, zonas creativas), entornos propicios a ecosistemas creativos, iniciativas orientadas al lugar y eventos sociales. El alcance más amplio del proyecto es incluir iniciativas más creativas y orientadas hacia el área que estimulen el cambio y la innovación en los centros urbanos de las ciudades más pequeñas a la sombra de las ciudades más grandes, abordando ciertos aspectos específicos de los desafíos temáticos (empresas minoristas, laborales y creativas) y un enfoque de gestión basado en el terreno y más colaborativo.