Elise aborda un desafío social común para las regiones europeas: promover una mejor salud para todos. Esto incluye la necesidad de mejorar los resultados en materia de salud y bienestar y de promover un envejecimiento saludable y activo, así como de apoyar el crecimiento del mercado, la creación de empleo y la competitividad de la UE. Esto requiere un enfoque innovador. La ciencia de la vida es una tecnología pionera prometedora, con el potencial de producir muchas aplicaciones y tratamientos para el cuidado de la salud. La industria de las ciencias de la vida sanitaria es un sector clave para Europa. Sin embargo, algunas limitaciones limitan el potencial de la Ciencia de la Vida. Están vinculados en gran medida a las dificultades de utilización del mercado; la necesidad de disponer de amplios recursos humanos y técnicos; y limitaciones bioéticas que afectan a la protección de los derechos y la dignidad de las personas. Los socios de Elise de 7 regiones creen que la aplicación concreta del concepto de ecosistema a nivel regional e interregional puede ayudar a abordar estas limitaciones. El ecosistema reúne a empresas, investigadores, médicos y pacientes para traducir el descubrimiento en la aplicación clínica de la innovación médica en la atención médica. Al aprovechar los intercambios interregionales y la participación activa de las partes interesadas, los socios de ELISE están mejorando los instrumentos de política regional del FEDER en esta dirección. Dos regiones quieren crear un ecosistema en el que actualmente no existen. 5 quiere fortalecer los clusters existentes transformándolos en ecosistemas. Todas las regiones quieren considerar la posibilidad de crear un ecosistema europeo. Los cambios en los instrumentos políticos se detallan en siete planes de acción regionales y se espera que sean el tipo y la calidad de los proyectos financiados, las estructuras de gobernanza y el enfoque estratégico en los ecosistemas regionales y europeos. Elise conduce a resultados a corto, mediano y largo plazo. Las regiones participantes deben poder apoyar mejor al sector sanitario y a las empresas que lo rodean para aprovechar los resultados de la investigación y la innovación en el ámbito de las ciencias naturales y la creación de empleo. A largo plazo, esto debería contribuir a la creación de regiones europeas sanas, competitivas e innovadoras.