Son necesarias intervenciones rápidas y significativas en el sistema de asistencia sanitaria, incluida la mejora de la seguridad en el trabajo y del entorno laboral, para que el sistema funcione eficazmente bajo una presión significativa y supere los retos sin precedentes asociados al brote de COVID-19. El proyecto apoyará al personal de cobre y no médico proporcionando una remuneración adicional y unas contribuciones a la seguridad social debidas. Además de proporcionar condiciones de trabajo seguras al personal médico y no cobre que se ocupa de la atención de pacientes hospitalizados con sospecha o infección comprobada de nueva COVID-19, debido a la especificidad del alto riesgo para la salud del personal, se proporciona una remuneración adicional para la atención de los pacientes contagiosos, en relación tanto con el desempeño de la actividad en condiciones de riesgo específicos como con la necesidad de organización del trabajo en las condiciones de relativa escasez de personal causada por la situación epidémica (régimen de sustitución, cumplimiento de las medidas y protocolos de contención, etc.). Todo ello requiere un alto nivel de compromiso moral y profesional del personal al servicio de esta categoría de pacientes, como parte de la motivación es la remuneración proporcionada. Se necesita formación para aplicar buenas prácticas para la prevención y el tratamiento de la COVID-19 en los hospitales y para prevenir la aparición y propagación de casos al personal, los pacientes y la prevención y el tratamiento de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria.