Las comunidades costeras de Martinica, particularmente las de la costa atlántica, se enfrentan a un nuevo fenómeno, que es la invasión recurrente de algas sargasas. El fracaso de estas algas ha conocido consecuencias para la salud, la propiedad y la biocenosis. Desde el punto de vista sanitario, el gas H2S liberado por la putrefacción de estas algas es tóxico a una dosis alta. Exposición prolongada a este gas con consecuencias para los seres humanos. Desde el punto de vista material, este gas afecta negativamente a los bienes muebles e inmuebles. Desde el punto de vista medioambiental y más concretamente en términos de biodiversidad, existe una degradación rápida y significativa. Se observa mortalidad de especies animales, en particular peces, crustáceos y tortugas, pero la flora marina también se ve afectada: corales, pastizales, manglares... Las soluciones de lucha en la tierra después de varados son ineficaces. La ciudad de Robert ha optado por la colección de algas de Sargasses en el mar tomando dos opciones: la realización de presas en el mar y la adquisición de embarcaciones diseñadas para la recolección en el mar. El objetivo es combinar estas diferentes formas de minimizar la puesta a tierra en la costa. Se están estudiando varias presas teniendo en cuenta la extensión de la costa y los lugares afectados. Estos incluyen Pontaléry, Pointe-Savane, Pointe-Lynch, Sable-Blanc, Pointe-la-Rose y Pointe Jean-Claude.