La agricultura tiene efectos tanto positivos como negativos en el medio ambiente, como la contaminación del agua por plaguicidas. La relación entre las prácticas agrícolas y los impactos ambientales es compleja. La identificación de soluciones requiere un interés en los procesos tanto físicos como humanos. Estos dos aspectos están incluidos en el proyecto RIVAGE, cuyo objetivo es establecer un sistema de evaluación y apoyo a las innovaciones en la agricultura para mejorar la calidad del medio ambiente y los productos agrícolas.