En la sociedad digital actual, el interés por comunicar objetos (OC) está creciendo debido a los muchos servicios remotos que ofrecen, como el control, el control, la encuesta, el seguimiento, el diagnóstico y el intercambio, distribuidos en múltiples aplicaciones (domótica: control de acceso, logística: gestión de las poblaciones, clima: regulación de temperatura/humedad, sanidad electrónica: diagnóstico y seguimiento, etc.). Con el advenimiento de nuevas tecnologías como LoRA y SigFox, dedicadas a los OC de bajo rendimiento (lectura de metros, nivel de llenado de basura, etc.) y la cobertura efectiva de toda Francia por los operadores de telecomunicaciones, el Internet de las cosas (IoT) está iniciando así su vuelo a una gigantesca red de interconexión de todos los OC, no solo en Francia sino también en Europa (Alemania, Reino Unido, etc.) y más allá. Hoy en día, el mercado global de IoT se estima en casi 1,2 billones de dólares para casi 18 mil millones de objetos para 2022 con un crecimiento anual de dos dígitos. Este aumento drástico del número de OC plantea el problema de su optimización alimentaria y energética en un contexto europeo de desarrollo sostenible. Este problema es tanto más llamativo cuanto que las tecnologías emergentes actuales con costes energéticos más bajos, como la recuperación de energía ambiental (solar, electromagnética, vibración, térmica, etc.) para los CO siguen en curso. Por otro lado, la mayoría de objetos como los sensores necesitan ser miniaturizados para facilitar su integración y movilidad en su entorno de medición de una manera no invasiva. En la práctica, una reducción del tamaño conduce siempre a una disminución del rendimiento (ámbito de aplicación y sensibilidad). Esta limitación física se ve acentuada por el hecho de que las normas aplicables, en particular la norma EN 300 220/302 719, limitan drásticamente los niveles de salida. Además, factores externos inherentes al medio de propagación (individuos, muebles, vegetación, paredes, etc.) degradan la señal al atenuar y agregar parásitos. Por lo tanto, el reto de la innovación en torno a los OC, especialmente en el órgano de emisión/recepción, es esencial y requiere nuevos enfoques de diseño que integren simultáneamente las limitaciones de rendimiento, tamaño y consumo. Este proyecto responde a esta necesidad de innovación centrándose específicamente en el desarrollo de nuevas arquitecturas de antenas activas compactas bidireccionales que incorporan un amplificador de tensión colocado directamente en sus geometrías. El rendimiento esperado corresponde a un aumento del alcance y la sensibilidad que puede conducir a una mejora del rendimiento, lo que da lugar a un ahorro de energía del 50 % y una reducción del 50 % en el coste y el tamaño de la infraestructura radioeléctrica para la misma calidad de servicio. Estos beneficios permitirán: que NXP obtenga una ventaja competitiva importante sobre sus competidores y que consolide sus actividades de desarrollo 5G en el emplazamiento de Caen, un aumento en la visibilidad y visibilidad del territorio para las TIC y, por último, un fortalecimiento del ecosistema industrial y las colaboraciones regionales.
