La cuota de energía renovable en el consumo de energía ha aumentado considerablemente en los últimos diez años en Europa y solo debería aumentar, impulsada por un contexto y objetivos muy favorables al desarrollo del sector. Este es un verdadero paso hacia la energía descarbonizada, pero la intermitencia de los sistemas de producción eólica y solar con una tasa media de carga del 24 % y el 15 % respectivamente (RTE, 2015) frente al 75 % para una central nuclear plantea algunos problemas: Desbalance de la red eléctrica entre la oferta y la demanda de electricidad; Aumento de las alteraciones de frecuencia, con problemas recurrentes de congestión local y riesgo de apagón. El almacenamiento de energía, una herramienta flexible, se presenta como una alternativa lógica al costoso desarrollo de la red eléctrica y al exceso de capacidad para la generación de electricidad renovable y las estaciones de origen. Permite arbitrar entre períodos de producción de energías renovables y períodos de consumo relacionados con la integración de las energías renovables, la estabilización de la red eléctrica y la reducción de las inversiones para reforzar la red. Power-to-Gas (P2G) es una solución de almacenamiento basada en el proceso de electrólisis de agua que permite que el agua renovable y la electricidad generen hidrógeno verde y un proceso de metanación que combina este hidrógeno con dióxido de carbono para producir metano sintético, similar al gas natural.