El objetivo general del proyecto es reducir la carga del cáncer en la población mediante la detección de las primeras etapas de la enfermedad y la reducción de la mortalidad específica a medio y largo plazo a través de intervenciones organizadas de cribado, facilitando así el acceso de 170.002 mujeres a servicios de salud consistentes en la detección precoz, el diagnóstico y el tratamiento de lesiones precancerosas del cuello uterino. El proyecto tiene por objeto aumentar el acceso de la población y especialmente de la población vulnerable de la región Noroccidental a los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer de cuello uterino, independientemente del determinante socioeconómico, como los ingresos, el origen étnico, el lugar de residencia, la reducción de las diferencias y las desigualdades en el estado de salud. Los programas de detección de alto rendimiento pueden salvar vidas, productividad y dinero gastados por el individuo y la sociedad para tratar las etapas avanzadas de la enfermedad. El impacto positivo de la integración de las actividades propuestas por este proyecto se manifestará en múltiples direcciones, entre las que mencionamos: 1. Reducir la tasa de mortalidad de las mujeres por cáncer de cuello uterino y mejorar la calidad de vida de las pacientes mediante el diagnóstico y el tratamiento de lesiones cancerosas o precancerosas en etapas tempranas. 2. Reducir la carga de la enfermedad entre las mujeres de conformidad con la Estrategia Nacional de Salud 2014-2020, aumentar las expectativas de una vida sana y reducir considerablemente el número potencial de años de vida perdidos aplicando la prueba de Babes-Papanicolaou (PAP) y las pruebas del VPH y los procedimientos médicos conexos a la población femenina lo más ampliamente posible. Se sabe que el cribado secundario/prevención a nivel de la población destinataria, especialmente la población desfavorecida, tiene un impacto directo en la reducción de la carga de la enfermedad. 3. La conciencia tanto entre el personal médico como entre la población de la necesidad de probar el VPH o Babes Papanicolau regularmente de las mujeres de 24 a 64 años de edad de todas las categorías sociales conducirá con el tiempo al desarrollo de comportamientos integrales al programa que en última instancia conduce a limitar los efectos devastadores del cáncer de cuello uterino, partiendo de la premisa de que el diagnóstico precoz permite a los médicos intervenir con mayores posibilidades de recuperación y con menos daño a todo el cuerpo. 4. Eficiencia de costes. Individualmente, cuanto más rápido sea el diagnóstico de anomalías en el cuello uterino, menos invasivos son los procedimientos médicos recomendados, menos tiempo y menos costosos. En la misma medida, a nivel hospitalario o macroeconómico, cuanto mayor sea la tasa de diagnóstico precoz, menor será el número de días de hospitalización requeridos y el costo asociado a las terapias disminuye proporcionalmente. 5. Una mayor participación de los médicos de la red primaria y de los médicos de familia conducirá a una mejor direccionabilidad
