Los sistemas mencionados se adquirirán e instalarán con el fin de lograr una reducción del consumo de energía primaria en el complejo de edificios con el fin de mejorar la energía de la clase energética Z al estado actual, a la clase energética A+. La mejora energética del edificio permitirá reducir los costes operativos y la contaminación atmosférica, pero también mejorar las condiciones internas de confort para los trabajadores y visitantes del edificio. Por último, esta mejora energética permite sensibilizar a sectores más amplios de la población y mejorar su comportamiento medioambiental y energético.