El proyecto creará un sistema de control y monitoreo de tráfico, que cubrirá casi 40 cruces en la ciudad, la mayoría de ellos serán completamente reconstruidos. En las calles habrá, entre otras, estaciones de medición de condiciones meteorológicas, contaminación y ruido, así como mesas de aparcamiento dinámicas, que indicarán el nivel de llenado de los estacionamientos. También se introducirán señales con contenido variable que informen a los participantes del tráfico sobre los peligros y dificultades en las carreteras. Será posible medir la masa de vehículos en movimiento, sin la necesidad de detener o reducir la velocidad de los coches. Esto reducirá la degradación de la red de carreteras. Mejorará el funcionamiento de la comunicación pública. El tráfico de autobuses y trolebuses se rastreará en mapas electrónicos de forma continua. En caso de retraso, el sistema de control de tráfico podrá priorizar el trayecto de estos vehículos en los cruces seleccionados con semáforos.